El Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC) reconoce al Hospital Universitario General de Villalba por su calidad en la atención a este proceso clínico
La cirugía temprana de cadera es un reto cada vez mejor resuelto en el hospital villalbino
- Los servicios de Geriatría y de Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital aumentan cada día la calidad asistencial, seguridad del paciente y humanización del trato en la atención a la fractura de cadera
- Anticipar el momento de la cirugía del paciente con fractura de cadera es un desafío multidisciplinar, ya que la cirugía temprana se asocia con una disminución de la mortalidad a largo plazo en pacientes mayores tras el evento
- La implementación por parte del hospital de una Vía Clínica Multidisciplinar del Paciente Anciano con Fractura de Cadera en 2018 ha logrado que más del 90% de los pacientes que ingresan por fractura de cadera sean intervenidos quirúrgicamente en las primeras 48h, con lo que supone de disminución de la morbimortalidad para los afectados más mayores
El Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC), ha reconocido al Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña, con el tercer premio al "Mejor hospital" por el resultado medio de los indicadores de calidad del RNFC en el año 2021, que pone de relieve su calidad en el abordaje del proceso de fractura de cadera, durante la 6ª Reunión de esta entidad, celebrada en el Hospital de La Paz el pasado 24 de febrero.
El galardón, de ámbito nacional y que analiza la actuación de los 105 hospitales adscritos al programa, ha reconocido así el trabajo multidisciplinar de los servicios de Geriatría y de Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital villalbino -con los doctores Félix Tomé Bermejo y Verónica Martín López, respectivamente, como responsables del programa en cada área- y que ha contado también con la colaboración del servicio de Anestesiología y Reanimación, así como del personal de Enfermería.
Las fracturas de cadera, sobre todo en las personas mayores, constituyen un importante problema de salud pública porque pueden conducir a la inmovilidad y dependencia permanente y suponen un serio impacto negativo para la calidad de vida de los pacientes, para los sistemas de salud y para la sociedad. De hecho, según apuntan los dos especialistas, las tasas de mortalidad entre la población de edad avanzada tras una fractura de cadera oscilan entre el 14 y el 36 por ciento en el plazo de un año desde el evento. Y el incremento del riesgo de mortalidad persiste hasta diez años después de producirse.
Cirugía temprana
En este escenario la cirugía es el tratamiento estándar para pacientes con fractura de cadera, porque reduce la morbilidad y mortalidad y restauran la funcionalidad del paciente. Y el momento de la cirugía juega un papel muy importante para la recuperación del paciente, recomendándose que se realice dentro de las 24 a 48 horas posteriores a la fractura (cirugía temprana), apuntan los doctores Tomé y Martín. De hecho, la cirugía temprana se asocia con una disminución de la mortalidad a largo plazo en pacientes de edad avanzada después de fracturas de cadera. Por eso es esencial que la organización hospitalaria favorezca las condiciones idóneas para permitirla.
Para consolidar su avance en estos objetivos, "el Hospital Universitario General de Villalba puso en marcha en el año 2018 una Vía Clínica Multidisciplinar del Paciente Anciano con Fractura de Cadera que ha logrado desde entonces que, de forma consistente, más del 90 por ciento de los pacientes que ingresan por fractura de cadera sea intervenido quirúrgicamente en las primeras 48h, con lo que supone de disminución de la morbimortalidad para los afectados más mayores", explican los especialistas.
Concretamente, en el año 2018 un 86,6 por ciento de las personas mayores que sufrieron una fractura de cadera fueron intervenidas en las primeras 48 horas, porcentaje que un año después pasó al 93,6 por ciento, ascendiendo en 2020 a un 98,1 por ciento. Unos resultados más que positivos, reconocidos por el RNFC, cuya clave radica en la coordinación multidisciplinar y la disponibilidad de capacidad quirúrgica y de equipo.