La concienciación social, fundamental para mejorar la supervivencia y el pronóstico del ictus
- En el taller ‘Las mujeres, las víctimas preferidas del ictus’, celebrado en Collado Villalba, se incidió en la importancia de la activación del Código Ictus.
En el marco de colaboración con el Área de la Mujer del Ayuntamiento de Collado Villalba, el Hospital General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, celebró recientemente el taller ‘Las mujeres, las víctimas preferidas del ictus’, impartido por el Dr. Javier Pardo Moreno, jefe del servicio de Neurología del centro, y en el que se abordaron los síntomas y la prevención de los accidentes cardiovasculares.
"Lo que hace especialmente importante el ictus en la mujer es que es su primera causa de muerte. Sin embargo, no existe una clara diferencia con respecto al sexo", asegura el Dr. Pardo. Así, la mayoría de los factores de riesgo de ictus son compartidos entre mujeres y hombres (diabetes, hipertensión, tabaquismo, alcohol, hipercolesterolemia, etc.), pero ellas tienen otros adicionales relacionados con las hormonas, el embarazo, la menopausia…
Los signos de alerta ante el ictus afectan a tres áreas fundamentales de la función neurológica: el lenguaje, la motilidad y el equilibrio. "Si alguien, de repente, deja de hablar bien y de entender lo que se le dice, si no puede mover correctamente una pierna o un brazo o si tiene una situación de desequilibrio, no es sinónimo de ictus, pero puede ser un síntoma de alerta, por lo que se requiere una atención sanitaria urgente", señala el experto.
En cuanto a la prevención del ictus, se aconseja llevar una vida saludable. A pesar de que en los últimos años la población se esfuerza más en cuidarse, según el Dr. Pardo, "llevamos una vida más estresada, no comemos tan bien como deberíamos ni hacemos el deporte que se aconseja". "Las cifras de ictus han mejorado, pero nos gustaría continuar bajándolas", asegura.
Código Ictus: diagnóstico y tratamiento inmediatos
Además de los síntomas y la prevención, en el curso también se incidió en la necesidad de concienciar a la población sobre la importancia de la activación temprana del Código Ictus, una acción en la que es "mejor pecar por exceso que por defecto, ya que son situaciones en las que se pueden reducir las consecuencias con una actuación médica inmediata", destaca el neurólogo.
Al detectar cualquier signo de alerta, toda persona que se encuentre cerca, ya sea familiar, acompañante o un transeúnte en la vía pública, debe llamar inmediatamente al 112. "Llamar es lo que va a mejorar el pronóstico. Dependiendo de la valoración in situ, se decide si trasladar al paciente a un centro de neurointervencionismo y si se activa el Código Ictus. Mediante esta medida, el neurólogo del centro hospitalario y las herramientas para el diagnóstico urgente del ictus (escáner) se preparan para estar listos cuando llegue el paciente en la ambulancia".
El jefe de servicio de Neurología del Hospital General de Villalba también incide en que "el síntoma de alarma puede ser pasajero o establecido, pero el hecho de que sea pasajero no significa que no sea igualmente grave y que no haya que demandar atención sanitaria".
¿Cuándo es tarde para tomar medidas? Existen tratamientos que deben ser tomados en un período de tiempo determinado para favorecer que no haya secuelas. Pasado ese plazo, el riesgo es mayor. "Lo ideal es poder administrar la medicación en un espacio de tiempo que va desde el inicio de los síntomas hasta las cuatro horas y media, seis o doce, dependiendo de las circunstancias".
En este punto, cabe destacar el denominado "ictus del despertar", que es aquel en el que el paciente se acuesta bien y se levanta con el déficit neurológico instaurado. "Tenemos técnicas radiológicas que nos pueden ayudar a conocer el tiempo aproximado de instauración y saber si hay más o menos tejido cerebral potencialmente salvable, así como si ha habido una transformación a hemorragia, que es el principal riesgo que corremos si ponemos un tratamiento a destiempo", concluye el Dr. Pardo.